La Mariposa - Villa 9 de Julio |
La Mariposa, una
empresa juliana
Hasta no hace muchos años fue única en
todo el norte. Su historia se remonta a comienzos del siglo XX, cuando los
lavarropas y los productos refinados no habían hecho su aparición en los
mercados populares del país.
El jabón La mariposa, ese pan blanco que
llamábamos ‘jabón de vaca’, aseó las prendas más finas del ajuar hogareño y fue
indispensable para remover las manchas de la ajetreada ropa de los ‘laburantes’.
No hubo grasas, ni óxidos, ni ningún otro tipo de suciedad que pudiera
resistirse a su aplicación. Hoy, a casi un centenio de fundada, la fábrica
sigue siendo líder en su diversificada actividad jabonera y elaboradora de
velas.
Aportando algo a los orígenes del término ‘jabón’, decimos que: El latín medio lo pronunció, sapo, saponis; los germanos, saipon.
Francisco Rodriguez |
He
aquí una reseña de la fundación de la fábrica en Tucumán.
La
empresa fue fundada por una pareja de inmigrantes en el año 1914 por Francisco
Rodríguez y Ana Encina, venidos a Tucumán desde Andalucía, España, en el año
1902.
Al
llegar alquilaron a otros españoles, la
manzana contenidas entre las calles Rivadavia, Monteagudo, Ecuador y vía del
ferrocarril, sitio que hoy ocupa la planta fabril.
Relacionados
con los mataderos, el matrimonio comenzó a incursionar en el negocio del sebo
vacuno en rama.
La
crónica dice que don Francisco comentaba que el primer día en que derritió sebo
para venderlo como grasa comestible, Argentina celebraba el día de la Bandera;
razón por la cual tomó al 20 de junio de 1914 como fecha de inicio de las
actividades. Y ese mismo año llegó al mundo su sexto y penúltimo hijo, Rafael,
quien al crecer se convirtió en un cabal pionero de la industria jabonera
argentina, al incorporar tecnología moderna en esta parte del país.
Para
1928, dos de los cinco hermanos que formaban la sociedad familiar incursionaron en la fabricación
artesanal de jabones.
En
aquellos tiempos el proceso consistía mezclar el sebo derretido con lejías y de
ese modo obtener un jabón elemental; producto que luego pasaban a secar en las
llamadas canchas de secado - sencillamente en el piso - donde lo dejaban por varios días para que perdiera la
humedad; acto seguido se cortaba con cuchillas, panes de 500 gramos.
En
1936 adquirieron la primera enfriadora; una especie de molde grande refrigerado
con agua, lo que hacía que el secado sea mas rápido. Además se introdujeron el
uso de una estampadora a pedal y cortadora de placas de jabón con correderas de
alambre. También en la década de 1930 incorporaron la primera máquina de velas,
de 20 moldes; Ahí comenzaron con la fabricación de velas de sebo puro.
La
década de 1950 fue de la más próspera de la compañía. Las refrigeradoras y
cortadoras de jabones de lavar se cambiaron por otras del mismo principio
tecnológico, pero de mayor producción y la estampadora a pedal se cambió por
otra hidráulica. Se adquirieron dos máquinas más de velas, de 50 moldes cada
uno; se instaló un aserradero para producir los cajones de madera, donde se
empacaban y se comercializaban los jabones y las velas. A finales de la década
de 1950 se incorporó el primer evaporador para obtener glicerina industrial de
las sublejías; se cambió la caldera por una semiautomática; se adquirió una
prensa en frío y una prensa en caliente, para prensar ácidos grasos y obtener
estearina para la fabricación de velas de mejor calidad que la de sebo puro; y
oleína para la fabricación de jabones de lavar. Además se instaló una planta de
desdoblamiento de sebos para la obtención de ácidos grasos necesarios para el
proceso.
En
la década de 1960 comenzaron los cambios tecnológicos que modernizaron la
fábrica. A la vez se incorporaron al equipo de trabajo de la compañía los
nietos de su fundador, es decir la tercera generación familiar. En 1962 pasó de
denominarse Rodríguez hermanos y Fernández SRL, a llamarse establecimiento La
Mariposa S. A., nombre impuesto debido a
la gran aceptación que tuvo en el mercado consumidor, uno de sus jabones, el
jabón La mariposa. Es dable el decir que la fábrica tuvo, otros que se
llamaron: Paraíso, Zorzal, Primordial, Aconquija, Argentino.
En
el año 1969 la compañía logra dar un importante paso. Se adquiere de la firma
Mechaniche moderne, de Milán, Italia, el equipamiento más moderno del momento
para la fabricación automática y continua de jabones en barra. Este fue un hito
en la historia de La Mariposa, pues, no sólo pasó a modernizar su tecnología,
sino que fue el motivo de la desaparición de unas veinte jabonerías en
Tucumán y el norte del país; ya que con
su producción artesanal perdieron competitividad y salieron del mercado.
En
1974 se incorporó una envasadora de grasas comestible en paquetes; en 1976 se
adquirieron 4 camiones para 30 toneladas de carga cada uno; vehículos que posibilitó el reparto de los productos en
todo el norte del país. En 1977 se compraron e instalaron dos nuevos digestores
semiautomáticos; y en el año 1979 se adquirió la primera sachetera para el envasado
automático de grasas comestibles.
En
la década de 1980 se amplió el campo comercial, extendiéndoselo hacia el
centro y este del país - el Norte
argentino ya se había logrado anteriormente -.
En 2001 se incorporó
equipamientos de alta tecnología para la
elaboración de nuevos productos, como el jabón de tocador.
Esta
empresa logró resistir todos los embates, sociales, políticos y económicos del siglo XX. Supo adaptarse a
los cambios tecnológicos que transformaron la original producción artesanal en
industrializada, manteniendo la calidad y el diseño de sus productos más
tradicionales, como el jabón de lavar La Mariposa.